miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cristiano y Messi someten a la Liga


En España comienza a no hablarse de una Liga entre Real Madrid y Barcelona. No. Ahora esa bipolaridad que algunos querían ignorar se ha transformado en un duelo fabuloso entre los dos mejores futbolistas del planeta: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. O al revés, porque ambos tienen fans que reclaman ese trono mundial.

En esta temporada que recién comenzó, el Real Madrid es un líder sólido e impoluto gracias, en gran parte, al talento del genio de Madeira. Tan odiado y tan amado, CR7 no deja indiferente a nadie. Es capaz de marcar cuatro goles en un partido y al siguiente irse a la ducha después de haber agredido a un rival y disparado 25 veces a puerta. Es un genio y como tal actúa. Con sus altos y sus bajos, pero siempre al pie del cañón. Dando la cara.

Messi es diferente, Messi es el genio amable. Tras una pasada temporada casi inmejorable, en ésta Lionel sigue marcando la diferencia. Entre Champions y Liga firma tardes memorables con una frecuencia asombrosa. Más regular que Cristiano, al menos últimamente, Messi es capaz de aglutinar todo el peso ofensivo del equipo que mejor ataca en el mundo.

Porque, no lo olvidemos, junto al de Rosario se alinean dos campeones del mundo como Villa y Pedro. Además, claro está, de dos surtidores de balones a los que no se les acaba la gasolina nunca: Iniesta y Xavi. Con semejante caudal ofensivo, el Barça parece estar un pedaño por encima. De momento, los anteriormente citados superan el nivel de los Di María, Ozil o Higuaín, grandes jugadores que pierden en la comparación global con el Barcelona.

Así las cosas, el Real Madrid de CR7 y Mourinho es el líder de la Liga. El míster es otra de las claves de este arranque de temporada tan bueno del conjunto blanco. Ha conseguido dotar al equipo de una armadura prácticamente insuperable en defensa y de un ataque mortífero. Casillas está más tranquilo que con Capello, que ya es decir. Y delanteros como Higuaín que disfrutan con los espacios están encontrando huecos que a veces parecen llanuras inmensas.

El Barça, por el contrario, parece anquilosado en su juego, espeso, falto de energía. Hasta la última jornada ante el Sevilla, donde volvió a aparecer el Barcelona hambriento, el que busca matar el partido desde el minuto uno. Nos espera una Liga apasionante entre dos equipos, dos jugarores y dos aficiones que quieren lo mismo: ganar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario