MADRID -- Nuevo cambio de líder en la fecha cuatro, dividida en tres días. A la cuarta jornada el Real Madrid se ha instalado en lo más alto de la clasificación después de ganar con muchos apuros al Espanyol. El Barcelona también lo pasó mal ante el Sporting de Gijón en el Camp Nou, pero ganó: los grandes siempre sobreviven. Por la cola, el Zaragoza tiene síntomas de enfermo.EL REAL MADRID SIGUE SIN GUSTAR, PERO GANA
El run run en el Bernabéu se acrecienta a cada partido. Los blancos no realizan un fútbol armónico y la grada espera mucho más que los arreones individuales de Cristiano Ronadlo o Higuaín. El portugués está especialmente romo en ataque. Ansioso y necesitado de reconocimiento, el crack de Madeira se obsesiona con el gol y su equipo sufre por ello. Algo parecido sucede con Higuaín. Los dos juegan más para ellos, que para el equipo y el colectivo sale perdiendo. Y eso que en esta fecha una combinación entre Cristiano y Higuaín acabó en gol del argentino. Pero antes de eso cada uno hizo la guerra por su cuenta.
Sólo Ozil parece decidido a enhebrar fútbol en ese equipo, con la colaboración de Xabi Alonso. Mourinho tiene mucho trabajo en este sentido, porque, si bien ha logrado que el equipo sea seguro atrás, en ataque aparecen dispersos, sin un patrón. Y ahí es donde se tiene que notar la mano de Mourinho, que ya sabe lo que son los pitos hacía él por hacer cambios claramente defensivos
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