«El Real Madrid, desde el punto de vista de prestigio, es llegar a la luna. Es el club más importante a nivel mundial donde ser entrenador». Con estas palabras quiso Jose Mourinho dar por zanjada la polémica sobre la selección portuguesa y su compromiso con su actual club. Eso sí, también avisó de que todavía «no he conseguido nada todavía. A ver cómo termina una historia que tengo que construir» con el Madrid. Mientras, ayer se daba por hecho que el nuevo seleccionador será Paulo Bento, ex jugador del Oviedo. El acuerdo estaría cerrado a falta de concretar algunos detalles.
«No entiendo por qué razón va a dejar secuelas (la oferta de Portugal). Mi relación con el Real Madrid hoy es la misma que la de hace un mes, dos o tres, y espero que siga siendo la misma en el futuro. No veo que haya motivo para tener problemas, en absoluto», añadió el técnico, que insistió en dar por cerrado el tema: «Es un asunto terminado y no quiero hablar más. Sobre lo que hablo o no con los jugadores del Real Madrid es problema nuestro. Si algún periodista tiene una cámara escondida en el vestuario o le gusta ser informado por sms no seré yo el que hablará de esas situaciones. El vestuario es un espacio cerrado como mi casa. Lo que ahí pasa, ahí se queda».
«Tengo que revisarlo porque a lo mejor encuentro algún chip escondido», apostilló Mourinho, que ayer cumplió diez años como técnico marcados por el éxito, desde que tuvo su primer contrato profesional como entrenador, en el Benfica el 20 de septiembre de 2000, hasta llegar al Real Madrid con un largo historial de títulos y el mismo hambre de éxito, convencido de convertirse en el nuevo Alex Ferguson: «Llegaré a los 70 y tendré la misma ilusión».
Mourinho, por otra parte, no entiende cómo se juega un partido de la tercera jornada ayer lunes y hoy encuentros de la cuarta sin tiempo para el descanso. Precisamente su equipo se medirá al Espanyol (22 horas, Santiago Bernabéu).
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