Cuando el 9 de febrero de 2005 David Villa experimentó por primera vez la sensación de representar al fútbol de su país ante San Marino en la eliminatorias para Alemania 2006 Raúl ya había firmado 41 de sus 44 conquistas con la selección española. En ese momento "el Guaje" ni siquiera soñaba con alcanzar al legendario delantero madridista, posteriormente marginado por "viejo" por Luis Aragonés. Fue este entrenador polémico, discutidor y con gran personalidad quien determinó que entonces el héroe de esta historia sustituyera, inclusive con el número en el dorsal, al histórico siete bravo.
Y los resultados no tardaron en llegar: el 16 de noviembre de 2005 Villa entonó su primer grito sagrado en el repechaje mundialista ante Eslovaquia. Ingresó en el segundo tiempo por niño Torres y doce minutos después inició el recorrido récord
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